Tiempo de senderismo

Llega ahora una época en la que empieza a hacer menos frío y el sol, aunque un tanto esquivo todavía, ya calienta lo suficiente como para que caminar por el campo se convierta en una paseo de lo más agradable, sin pasar frío pero evitándonos también los rigores de un sol de mayo. Ayer, por fin, nos decidimos a pasar el día practicando senderismo, una afición que últimamente está ganando muchos adeptos y que tiene un montón de ventajas.

Entre ellas, destaca el hecho de que pasamos un día alejados de la civilización, en contacto con la naturaleza, sin prisas y sin estrés. Por no tener, es probable que no tengamos ni cobertura en el móvil, con lo que durante unas horas nos olvidaremos sí o sí de los problemas cotidianos.

Además, hacer ejercicio al aire libre, y más si es en medio del bosque, respirando aire limpio y puro, es una de las actividades más sanas que podemos hacer.

Sin embargo, también tiene sus riesgos. El primero de ellos es no planificar el recorrido. Si lo hacemos al tuntún es probable que nos perdamos, que vayamos a lugares que no son especialmente bonitos (y por tanto nos podamos llevar una decepción) o que acabemos caminando por zonas peligrosas o más difíciles de lo esperado en las que podríamos hacernos daño. Así que lo primero es echar mano de internet y buscar rutas que nos gusten. Otra opción es decidirnos por una zona y el día elegido, antes de comenzar, acercarnos a la oficina de turismo del pueblo al que vayamos para que nos informen convenientemente. Es, desde luego, la opción más recomendable si no tenemos claro por dónde empezar.

Y una vez decididos, no hay que olvidar algunos aspectos que nos serán de gran utilidad: llevar bastante agua y algo de comida, ropa cómoda y sobre todo calzado adecuado para evitar daños en los pies. Tampoco está de más llevarnos alguna gorra o protector solar. Y, por supuesto, la cámara de fotos, puesto que probablemente nos pararemos en mil rincones para inmortalizar todo lo que nos guste. Son cuatro cosas, de poca importancia, pero que nos permitirán que el día sea mucho más llevadero.

Con unas pocas precauciones y, por supuesto, ganas, podemos convertir un día normal y corriente en toda una experiencia que nos dejará muy buen recuerdo. Y teniendo en cuenta que estamos en crisis, es también una de las opciones más económicas para pasar el día fuera de casa, ya sea entre amigos o en familia.

Así que a los que no lo hayan probado aún, se lo recomiendo. Os dejo unas fotos de la ruta que hicimos, en Cazalla de la Sierra (Sevilla).

Río Huesna