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Reflexiones sobre la vida y el día a día

Días de rebajas y de falsas rebajas

Llevamos ya unos días de rebajas y tanto en las televisiones como en la calle todo huele a descuentos, oportunidades de encontrar aquello que estábamos buscando a un precio de risa y bolsas llenas de artículos por unos pocos euros. Entre otras cosas, se ha repetido hasta la saciedad esa frase de: ‘hasta un 70% de descuento’. (Ver esta noticia).

Sin embargo, la realidad es muy diferente. Es cierto que hay descuentos, pero ni tantos ni de semejante cuantía. La mayor parte de los descuentos rondan el 20%, y sólo aquellos artículos que tienen poca salida o de los que hay pocas unidades o determinadas tallas tienen descuentos superiores. Y por si fuera poco, muchos otros productos no han variado ni un céntimo su precio anterior.

Todo esto que comento resulta comprensible hasta cierto punto. Los comerciantes tienen que hacer negocio y no van a regalar sus productos, pero no deberían tampoco abusar de los clientes. Y no me refiero ya a que pregonen unos descuentos como superiores a lo que son en realidad, sino que además de ello hay muchos casos en los que se inflan los precios antiguos para que la rebaja parezca superior a lo que es en realidad e incluso casos en los que no sólo no hay rebaja, sino que además el producto en cuestión tiene un precio superior al que tenía antes de comenzar el periodo de rebajas, a costa de falsear los precios anteriores. (Véase esta noticia).

Comercios que practican este tipo de comportamientos dicen muy poco sobre su honestidad hacia el cliente, y desde luego debemos plantearnos si merece la pena comprar en ellos. Pero sabiendo que esto puede pasar -y de hecho pasa- el mensaje principal que hay que extraer de todo es que debemos ser ante todo críticos con lo que tengamos entre manos. Independientemente del renombre que tenga la tienda y de la supuesta oferta que se nos hace, hemos de pensar si realmente merece la pena pagar lo que cuesta ese producto. Y para ello nada mejor que dedicarnos durante unos instantes a pensar si realmente le vamos a sacar provecho y, por qué no, a comparar precios en otras tiendas. A veces nos podemos llevar buenas sorpresas en este sentido.

La cuesta de enero este año se presenta bastante empinada, por lo que no está de más tomar algunas medidas que nos permitan salvarla de la mejor forma posible. Ser críticos a la hora de irnos de rebajas puede ser una forma bastante eficaz de sobrellevarla.

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