No siempre es azul el cielo

La 'boina' de Madrid

Mencioné en la anterior entrada la contaminación como causante de enfermedades respiratorias, y eso me ha hecho recordar una noticia reciente: que Madrid y Barcelona son las ciudades con mayor nivel de contaminación ambiental de España, y en estos últimos días, más aún. Soportan unos valores de contaminantes demasiado altos, y como esta semana está haciendo sol y apenas viento, la polución no se mueve del lugar en el que se origina y se acumula en la zona. Tanto es así que hay quien incluso habla de una 'boina' colocada sobre Madrid estos días, que se podía ver a simple vista desde las afueras. (Aquí podemos encontrar más información sobre ello).

Es innegable que en toda zona urbana hay contaminación, y que mientras mayor es una ciudad mayor cantidad de polución atmosférica sufrimos, pero es de resaltar que no se puede, simplemente, aceptar la situación como normal y olvidarnos del asunto. Porque el aire que respiramos es capaz de provocarnos un montón de enfermedades, desde algunas banales a otras bastante más serias, y especialmente a aquellas personas que de entrada tienen alguna otra patología que las hace más propensas a enfermar.

Por ello debe dejarse a un lado la pasividad y el conformismo con el que se suelen tomar estas noticias y pasar a la acción de una buena vez. El ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, propuso que este lunes pasado la población dejara el coche aparcado y optara por el transporte público, en un intento de mejorar la calidad del aire. (Aquí más información). Pero dejando a un lado que fueron muy pocos los que se enteraron de esta improvisada iniciativa, en la práctica aunque se pregone a bombo y platillo este tipo de actuaciones ni tienen la acogida necesaria como para notar un cambio apreciable ni son suficientes como para dar por zanjado el asunto y, hechos los deberes, prestar atención a otras cuestiones.

Cada día somos más y hay más vehículos en las carreteras, responsables de la mayor parte de la contaminación, por lo que la tendencia de ningún modo va a mejorar con el paso del tiempo, sino todo lo contrario. La única alternativa posible es potenciar radicalmente el transporte público frente al privado, para que sea muchísimo más ventajoso el primero que el segundo. Y esto sólo será posible reduciendo sustancialmente los precios y mejorando tanto las frecuencias de paso como la calidad del servicio y el número de líneas y destinos. Sólo en este caso será más interesante para cualquiera dejar el coche aparcado en casa, y será cuando verdaderamente podamos ver un cambio en la tendencia.

Y en ese momento podremos permitirnos ser un poco optimistas.